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Ruta Magdalena

La Sierra

Este recorrido turístico cultural, lleno de ancestralidad y de la cosmogonía étnica de los pueblos indígenas que habitan el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, los arhuacos, wiwas, kankuamos y koguis, te sumergirá en una experiencia profunda que hará única tu visita por el departamento del Magdalena. Está pensado para quienes están buscando una inmersión espiritual en un paisaje que es considerado por sus habitantes como sagrado, en donde puedes adentrarte y subir a su Sierra y dejarte guiar por sus protectores. Dependiendo del tiempo que quieras dedicarle a este paseo, te ofrecemos varias alternativas, intensas y hermosas.

Por un lado, te proponemos una experiencia extrema: visitar el resguardo de Busingeka, uno de los lugares que habitan los hermanos arhuacos, en donde te esperan unas montañas y lagunas majestuosas, así como una comunidad que te permitirá ver y entender otras formas de concebir el mundo, sincronizadas con la naturaleza. Con ellos podrás ser testigo de una vida entre oficios artesanales y cómo, a través de mochilas y canastos, sus mujeres van tejiendo el pensamiento. También, descubrirás otras jerarquías y cómo se deposita en sus autoridades las grandes decisiones de la vida. Sin duda será una experiencia inolvidable y transformadora. Eso sí, te lo decimos de una vez, alcanzar estos paisajes será sin duda un premio porque llegar hasta este lugar privilegiado te tomará unas seis horas y varios medios de transporte. ¡Toda una aventura!

Pero, tranquilo, no es el único paseo que te proponemos. Si no alcanzas a subir a la Sierra y, de todas maneras quieres descubrir la magia de los hermanos mayores, tienes otras opciones increíbles. En Santa Marta, sea en el antiguo hospital San Juan de Dios o en la sede de Asoarhuaco, tendrás la posibilidad de conocer a maestras koguis y arhuacas para sumergirte en sus saberes. También, en las estribaciones de La Sierra y justo bordeando el mar Caribe (Vía Palomino) puedes encontrar a las mujeres de Wirakoku y de Asoemi del resguardo indígena arhuaco de Kutunsama, ambas, estupendas comunidades artesanas. Y si tu ruta es por la vía a El Rodadero, encontrarás a Naara Kajmanta, territorio de las indígenas Ette Enaka. En todos estos resguardos podrás conocer de primera mano los rituales y la elaboración de la mochila a través de distintos grupos de artesanas empoderadas que tienen todo por contar sobre sus ancestros y sus ideas del futuro. ¡Ah! Y si estás de paso por el Tayrona, no dejes de visitar a nuestro maestro tallador para que te deslumbres con sus peces gigantes en madera.

La Ciénaga

Esta ruta también contempla otra mirada al exuberante departamento del Magdalena: descubrir su Ciénaga Grande de Santa Marta. Entender este ecosistema, declarado por la Unesco en el año 2000 como Reserva Natural de la Biosfera por su inmensa biodiversidad, es hacer conciencia de un espejo de aguas dulces, rico en fauna y flora, puerto de aves migratorias y postal de atardeceres. Queremos que, además de deslumbrarte con tanta belleza, conozcas a sus vecinos de las poblaciones de Ciénaga –joya arquitectónica que te hará entender algo del universo macondiano– y de Puebloviejo, hombres y mujeres que derivan su sustento, principalmente de la pesca, y cuyos artesanos se han concentrado tradicionalmente en el trabajo en madera y el fruto del totumo. Es una oportunidad para que te detengas en esa carretera por la que normalmente se transita tan velozmente, y, ya con la mirada puesta en su paisaje, aprendas sobre los ciclos del agua y seas testigo del aumento del caudal de muchos de los ríos que se atraviesan. Así mismo, te invitamos a que te montes en una lancha y descubras pueblos acuáticos y palafíticos como Nueva Venecia, en Sitionuevo. Es, indudablemente, otro de los regalos de nuestro precioso país.

Por supuesto, este viaje no estaría completo si no pasas por Zona Bananera –lugar donde se fundó la United Fruit Company– y terminas el paseo en Aracataca, cuna de Gabriel García Márquez. Será una manera para que descubras el paisaje que inspiró Cien años de soledad.

Comienza un viaje lleno de historia

Imagen del mapa de Ruta Magdalena

Artesanos de la ruta



Artesanos de la ruta



Te proponemos este recorrido

 Recomendaciones

Agendar anticipadamente la visita con los artesanos
Llevar dinero en efectivo

 Días

8 días

Imagen de SANTA MARTA – RESGUARDO DE BUSINGUEKA

SANTA MARTA – RESGUARDO DE BUSINGUEKA

Para alcanzar este resguardo arhuaco de paisajes esplendorosos debes encaminarte hacia San Pablo (vía Fundación) en bus, más o menos una hora. De allí, hacia San Pedro en moto (2 horas); esta es una vía que debe transitarse en camionetas 4X4 o motos todoterreno porque no está del todo pavimentada. Por último, y es importante que lo cuadres con los miembros de la comunidad que te recibirán, subirás a Busingeka en mulo durante 3 horas, acompañado por ellos. Allí arriba te puedes hospedar en una casa comunal en donde puedes colgar tu hamaca. El paisaje que te encontrarás son lagunas (a una y ocho horas a pie), bosques densos, multiplicidad de árboles y muchas mariposas. Tendrás la oportunidad de ver a las mujeres tejedoras haciendo sus mochilas y aprenderles el ABC del oficio, viendo todos los procesos comprendidos allí, compartir con ellos alrededor del fuego y también oír las enseñanzas del mamo, su máxima autoridad.

Recomendaciones:

● Para esta aventura no destines menos de 3 días, pues llegar es toda una odisea, pero una que vale la pena. Programa tu viaje en temporada de verano (noviembre – febrero) porque entre marzo y octubre la humedad del terreno dificulta la movilidad y la comodidad del turista.

● Antes de emprender el recorrido, alista tu equipaje: botas pantaneras, buen abrigo (la temperatura oscila entre los 6 y los 14 grados), agua, linterna, papel higiénico, hamaca, dinero en efectivo y mecato (las comidas las puedes programar con tus huéspedes, los miembros de la comunidad, un ovejo puede costar unos 170.000 pesos, unos U$ 40, y una gallina, unos U$8).


SANTA MARTA – RESGUARDOS DE KUTUNSAMA Y NAARA KAJMANTA

● Santa Marta: conoce a los talladores en piedra jabón, la familia Pertuz, en el barrio María Eugenia. Así mismo, puedes conocer a maestras, arhuaco y kogui, Judith Torres y Catalina Gil, en pleno centro histórico de la ciudad.

● Vía Palomino: podrás conocer a dos grupos de tejedoras arhuacas, la Fundación Wirokoku, en cabeza de Lucelly Torres, en el km 49 del resguardo de Kutunsama y Asoemi, en el km 65 vía Pericoaguao, a una hora y media de Santa Marta. Una vez llegues a ese punto tendrás que caminar hacia el resguardo monte adentro más o menos una hora. El pueblo está al lado del mar y sus autoridades te recibirán (no debes mirar al mamo a los ojos, por respeto), pues habrás de presentarte con ellas y contarles el motivo de tu visita. No olvides llegar con algo para ofrecerles (café, carne o pollo, por ejemplo), es un protocolo de cortesía pues estás llegando a la casa de alguien y no debes hacerlo con las manos vacías. Allí podrás ver a las mujeres tejedoras, entre las cuales Alcira Villafaña, y aprender, de su mano y la de los mamos, el hondo sentido del oficio artesanal. En el camino pasarás por el Parque Nacional Natural El Tayrona, lugar de playas espléndidas, pero también, en la vereda La Estrella está Wifran Fragoso, maestro tallador que ha hecho de sus peces monumentales todo un espectáculo; él es, además, guía del Parque, ¡descúbrelo con él!

● Vía El Rodadero: Naara Kajmanta (comunidad Ette Enaka): Los mejores meses para ir, por ser verano, son entre noviembre y febrero. Antes de empezar, empaca repelente y agua. Dirígete hacia Puerto Mosquito, a 12 kilómetros. En ese punto tendrás que tomar una moto por media hora para llegar a la comunidad. Entre los muchos atractivos de su paisaje está el Río Gaira y algo que es destacable de las artesanías de este lugar son las mochilas blancas, exclusivamente hechas en algodón. Déjate acoger por sus autoridades y por las tejedoras cargadas de relatos. Para la visita de cada una de estas dos comunidades puedes dedicar un día y así poder compartir con ellos.

Imagen de SANTA MARTA – RESGUARDOS DE KUTUNSAMA Y NAARA KAJMANTA

Imagen de SANTA MARTA – CIÉNAGA – PUEBLO VIEJO

SANTA MARTA – CIÉNAGA – PUEBLO VIEJO

Bienvenido al territorio del Santuario de Fauna y Flora Ciénaga Grande de Santa Marta, a tan solo 34.5 kilómetros de la capital del Magdalena, unos 45 minutos de recorrido en carro o transporte público. Allí, además de visitar este cuerpo de agua majestuoso, te proponemos parar en Ciénaga – lugar de donde te sorprenderá su riqueza arquitectónica e historia masónica y que le ha valido ser nombrado Pueblo Patrimonio. Allí podrás conocer a las artesanas que trabajan con totumo, y además descubrir la rica cocina que allí se prepara, como la cazuela de mariscos, el chicharrón y bollo limpio, el plátano cayeye o el sancocho trifásico, el guineo cosido con queso, el arroz de camarón, la carimañola y la arepa´e huevo. Todo un banquete para los sentidos. Además, puedes hacer el tour de las tres aguas (termales, mar y río).

En Puebloviejo te puedes embarcar hacia Sitionuevo, atravesando la Ciénaga Grande, y desembarcar en Nueva Venecia, pueblo palafítico en donde vive Edrulfo Pacheco, tallador de barcas e hijo de pescador que te enseñará todo lo que significa nacer sobre el agua.


SANTA MARTA – CIÉNAGA (LA Y) – ZONA BANANERA – ARACATACA

Saliendo de Santa Marta dirígete hacia la Y al lado de Ciénaga. Aquí tendrpas que seguir bajando hasta llegar a Zona Bananera, a 59,5 kms de la capital del departamento. Busca a Jackeline Mejía para que te cuente todo sobre el trabajo artesanal en calceta de plátano. Será una introducción ideal para que pases por Prado Sevilla, el lugar en donde se fundó la United Fruit Company, una sede que aún se mantiene en pie y que contrasta por su imponencia con el resto de paisaje. Ver ese lugar te permitirá entra en sintonía con el relato de las bananeras que tanto inmortalizó el Nobel. Termina tu paseo en Aracataca, a 2 horas de Santa Marta (84,5 kms), allí podrás conocer la casa donde nació Gabo, así como la casa del telegrafista y la estación del tren.

Imagen de SANTA MARTA – CIÉNAGA (LA Y) – ZONA BANANERA – ARACATACA

Cocinas tradicionales
y bocados típicos

Provócate

Artesanías

Para comer sí o sí

El cayeye o cabeza de gato es un puré de banano o guineo verde, que se mezcla con hogao, mantequilla y queso costeño. El restaurante Alfaix – Su Media Naranja, en Santa Marta, ofrece este delicioso plato. En Guasimo, también en la capital, encontrarás una presentación de vanguardia con sabores auténticos, lo mismo que en el restaurante LamArt, como acompañamiento de varios de sus platos como el róbalo en leche de coco. Este es un ingrediente fundamental y muy versátil de la cocina de esta zona. Tiene una textura cremosa y un sabor suave, ligeramente dulce y tropical, que aporta un toque especial a muchos de los platos de carnes, pescados y mariscos. En la gastronomía costeña, se usa para preparar salsas, guisos, sopas y postres, dándole un sabor muy original. Además, la leche de coco ayuda a realzar los sabores y aporta humedad y riqueza a las preparaciones típicas de la comida costeña. Además, en el Arca Tayrona frente al Parque Nacional Tayrona, en Ciénaga, los restaurantes Quile y El Turista venden este plato tradicional. 

A almorzar se dijo

El salpicón de bonito (pez azul semejante al atún) es una receta muy tradicional que se prepara con este pescado seco al que se le agrega un buen sofrito de cebolla, tomate, ají dulce y achiote. Se sirve con bollo limpio y patacones o arroz con frijolito cabecita negra; en Santa Mesa, en Santa Marta, lo preparan con esta receta. Este pescado es la base de otras preparaciones típicas en estas tierras como es el arroz de bonito. Se prepara con bonito desmenuzado, sofrito, arroz, fondo de pescado y un poco de vinagre. Para resaltar el sabor se cubre con una hoja de bijao. 

La Mojarra es un pescado de río que se come en la Costa, a la altura de la desembocadura del Magdalena y se reconoce por su frescura, y su delicado sabor. Se come generalmente frita y su inconfundible textura crocante brinda una experiencia culinaria auténtica y deliciosa, se sirve con los acompañamientos tradicionales (patacones, arroz con coco y ensalada), además de un buen jugo de corozo. El restaurante Donde Oneida, en Ciénaga, ofrece este rico plato. En Donde Chucho Gourmet, y en LamArt, en Santa Marta, también la puedes encontrar y en muchos restaurantes más por donde quiera que vayas, al ser una de las bases de la alimentación de esta región. En estos establecimientos también puedes optar por pargo rojo frito, bocachico con vitualla, huevas de pescado apanadas, viudo de pescado, arroz y sopa de mariscos y muchas otras delicias con pescados y mariscos de la zona. 

El coctel de camarones es una preparación autóctona de la región que lleva jugo de limón, cebolla roja picadita, cilantro, ají dulce, ají picante y salsa de tomate; se sirve acompañado de patacones, galletas de soda o chips de plátano. En El Restaurante Popeye, de Pueblo Viejo, se puede probar este delicioso plato. En el Restaurante Siete Mares y LamArt, de Santa Marta, también lo puedes encontrar. Pero, eso sí, los mejores y más tradicionales cócteles cienagueros están en la Plaza del Centenario, donde el Gran Mañe.

Sabores para descubrir y picar

Los fritos de la costa como las arepas de huevo, los deditos de queso, los patacones y las papas rellenas, acompañados de suero y ají caseros con toques de ají dulce, hacen que las meriendas costeñas sean muy sabrosas. El restaurante Fritos A 500, en Ciénaga, ofrece gran variedad de ellos así como en las Casetas del Malecón, en Santa Marta, también se pueden encontrar. Además, a partir de las cinco de la tarde vale la pena ir hasta Donde Yiya y hacer la fila por una arepa de maíz blanco rellena de queso, asada al carbón sobre hoja de bijao. La corteza es dorada y crocante y el interior esponjoso. 

Y prueba las hallacas preparadas con masa de harina de maíz rellenas de pequeños trozos de cerdo y pollo guisados con verduras y achiote, envueltas en hoja de bijao que se cocina en fogón de leña en Hallaca Tropical, en Santa Marta. 

Para endulzar el paladar y bebidas imperdibles

Los jugos de fruta, de banano, mango, níspero, tamarindo, corozo, guanábana y zapote se pueden encontrar en La Plazoleta de Jugos Santa Marta en el Malecón de Bastidas. Tómalos preparados en agua o en leche, bien fríos. Y Donde Yiya puedes acompañar la arepa con una refrescante chicha de arroz; arroz cocido en abundante agua y saborizado con canela y vainilla.

El café de la Sierra Nevada de Santa Marta cuenta con sello de denominación de origen protegido y es muy apetecido por los extranjeros. Es de sabor suave con notas a chocolate y está cultivado, principalmente, por indígenas arhuacos. La Fundación Wirakoku, que lidera la artesana Lucelly Torres en su resguardo y en Santa, así como La Comercializadora De Café De La Sierra, en Ciénaga, tuestan y comercializan este delicioso café. En Santa Marta se destaca Lulo Café Bar, por su oferta de Café de la Sierra Orgánico e Ikaro Café por usar diferentes métodos en sus preparaciones. 

Las Cocadas son dulces típicos colombianos que se hacen con leche y azúcar o a partir de un melado de panela con coco rallado que se deja endurecer y se moldea con cucharita; puede llevar aliños como canela y clavos. En Santa Marta se pueden disfrutar en la Dulcería Ricuras De Mi Costa.

Los Raspaos hechos a partir de hielo raspado son un dulce frío y refrescante para el calor de la costa colombiana. Prueba sabores como el maracumango (mezcla de maracuyá y mango), guanábana, tamarindo y lulo en el puesto ambulante Raspados y Cholados El Tigre que se encuentra ubicado frente a la entrada del cementerio del centro en Santa Marta.

Reconocimientos de la ruta

Medalla Pueblo Patrimonio

Pueblo Patrimonio
Ciénaga


Sitios recomendados

Imagen con leyenda del mapa





Pueblo Patrimonio

La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.

La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.


Denominación de Origen

Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.

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