San Andrés, Providencia y Santa Catalina es el territorio insular de Colombia que aparece en el noroeste de su mapa, a 720 kilómetros de Cartagena de Indias. Descrita como la isla de los siete colores, San Andrés tiene 26 kilómetros cuadrados y, en ella, es fácil localizarse, piensa que estás en un caballito de mar: en la punta norte, o la cabecita, está el centro, con sus playas y turismo, así como el icónico islote de Johnny Cay al que se accede en lancha; yendo hacia el suroeste, o el cuello, te toparás con La Loma, que como su nombre lo indica, es una colina desde la cual se puede divisar el mar y en donde vive la población raizal más tradicional y aún conserva mucha de su arquitectura vernácula y son vecinos de la Laguna Big Pond. En medio de esa naturaleza frondosa, te percatarás que San Andrés es mucho más que playa y mar. Por el costado este de la isla, el paseo obligado es hacia San Luis, en donde bellas playas, hoteles y comida de mar te esperan. Siguiendo hacia la punta Sur, en la colita entorchada del caballito, el imperdible Hoyo soplador. Sobre el costado oeste de la isla, El Cove, en donde muchos se sumergen para contemplar la preciosa vida subacuática que premió a la isla y la famosa Cueva de Morgan.
Vemos en este paraíso, un universo cultural de inmensa riqueza en el cual se nos permite ampliar la historia de nuestras migraciones nacionales. Empezando porque las lenguas maternas de los isleños son el inglés y el kriol, una mezcla dialéctica increíble a la que cualquiera de nosotros solo se le colarán algunas palabras de inglés; con tres lenguas en su formación, hablamos, entonces, de una cultura rica en pasados. Justamente, en esta ruta tendrás la ocasión de vivir y entender los orígenes disímiles que han poblado la isla. Cada una de las artesanas que la componen tiene historias distintas, cada uno más fascinante que el otro: tienen ancestros chinos, indios, jamaiquinos, británicos, antioqueños, santandereanos. A esta composición magnífica que se alcanza a percibir en los rasgos y pieles de sus habitantes, de tantos colores como sus aguas, se le suma un elemento que también hace de este territorio un lugar único: su culto bautista y su celebración ritual al son de los cantos de góspel. De esta manera, para sentir que se conoció lo más hondo de esta isla, debes visitar, en La Loma, la First Baptist Church, construida al lado de un palo de tamarino centenario y llevada, pedazo a pedazo, desde Alabama en 1844 e inaugurada en 1847 en la isla. Y si de costumbres arraigadas hablamos, hay que probar sus delicias tradicionales, empezando por el delicioso árbol del pan, la yuca de San Andrés, un delicioso fruto que se come frito, sancochado o en coladas. Por supuesto, también está el típico rondón, esa cremosa y sustanciosa sopa de pescado cocinada a fuego lento con leche de coco, así como la tortuga, el cerdo o el cangrejo. Deleites tan únicos como la experiencia de vivir con su gente. Los Sanandresanos le están apostando, como una manera de resistencia contra el olvido, a un turismo comunitario de posadas nativas, que, para no dejar perder las costumbres de sus ancestros, recibe a los visitantes en sus casas y los sumerge en su cotidianidad cultural y gastronómica. Ese es otro de los planes que te invitamos a conocer. Visita San Andrés, y descúbrela desde su cultura, verás que es una vivencia enteramente nueva y maravillosa.
Agendar anticipadamente la visita con los artesanos
Llevar dinero en efectivo
Es necesario pagar un impuesto para entrar a San Andrés
Los lugares se ubican por referencias, no tienes dirección alfanumérica
3 días
Avión
Déjate conquistar por Marta Forbes y Carolyn Jay, quienes te mostrarán una nueva cara de la zona norte de San Andrés. Conversa y ríete con ellas y míralas tejer como lo hacen en fibra de wildpine y calceta de plátano. Aunque las playas de esa zona son bonitas, como toda las de la isla, son congestionadas, así que te invitamos a tomar un mototaxo o un jeep y rodear el lado este de la isla. Antes de llegar a San Luis hay muchas playas prácticamente vacías y perfectamente visitables, pues son públicas. Aventúrate a descubrirlas. Cerca de San Luis visita a Miss Dorothy, otra de nuestras artesanas que, además, cocina increíble.
Día de playa y comida de mar deliciosa. Pasa largas horas en esa arena blanca. Y si de probar ricuras se trata, vas a la fija en los restaurantes de cocineras tradicionales como Miss Janice, Miss Lydia Martin o en Sweet Peppa. Allí, el rondón, los rabitos de cerdo ahumado o pig tale y todos los cocidos en leche de coco son inigualables. Si te animas a ir a Johnny Cay, tendrás que tomar una lancha (puedes tomarla allí o en las playas al norte). Cuando llegues, además de disfrutar del mar, adéntrate a la isla, es muy bella en su interior. Pero si te quedas en San Andrés, vete a caretear, o a bucear, por el lado del Cove y La Piscinita. No te puedes imaginar los colores de esos arrecifes y peces. Para cerrar la tarde, el Hoyo Soplador y, fíjate, a las 5 de la tarde, cómo muchas mujeres se ponen al lado de la carretera: Son cocineras tradicionales que te ofrecen toda suerte de delicias asadas o al horno, como salpicón de pescado, carne desmechada aliñada con albahaca, empanada de langosta, de caracol, de camarones o de cangrejo y la infaltable torta de piña. Pruébalo todo, es una ricura. Te proponemos quedarte a dormir en San Luis.
La Loma es el lado B de San Andrés, donde viven, principalmente, las artesanas y está concentrado el patrimonio cultural de la isla. En esa zona queremos que conozcas el arte del patchwork y el wildpine, de la mano de sus maestras. Entenderás que esta cultura está construida de retazos. La Loma la corona la First Baptist Church, el ícono religioso de San Andrés. Descúbrela el domingo, día en donde se practica el culto y tendrás la oportunidad de oír los más conmovedores cantos de gospel. Su arquitectura de madera es ejemplo de las construcciones isleñas, muchas de las cuales aún se conservan. Tampoco dejes de ir a la Laguna Big Pond, un espacio en donde, además de la magnífica naturaleza que sobresale, te recibirán raizales de pura cepa, varios de los cuales, hospitalarios rastafaris que te presentarán su mundo si lo deseas. Será un plan relajado, y así te lo debes tomar, nada de estrés. Para cerrar el día, quédate a dormir en alguna de las posadas nativas y conversa con quienes las habitan y conducen, recordando las tradiciones de sus antepasados. Come sus delicias, por ejemplo, un tamal con harina de fruto del pan, que puede rellenarse con caracol, pescado o cerdo.
La comida tradicional del Archipiélago de San Andrés es una delicia para el paladar, pues combina los sabores del mar con los frutos tropicales y las especias. Algunos de los ingredientes más usados son el pescado, el cangrejo, el caracol, el plátano, la yuca, el ñame y el coco. Estos se preparan de diversas formas, como sopas, empanadas, albóndigas, fritos o asados. Aquí te presentaremos algunas de las preparaciones más típicas y exquisitas de esta región. El rondón es quizás el plato más emblemático de San Andrés. Consiste en una sopa cocinada en leche de coco, con pescado, caracol, colita de cerdo, plátano, yuca y domplines (tortillas de harina). Se dice que su nombre se origina porque el pescado se cocina hasta que se “deshace” o “ronda”. Es un plato muy nutritivo y sabroso, que se puede degustar en algunos restaurantes o en las mesas fair table que instalan las señoras isleñas al borde de las carreteras los fines de semana.
En el sector del Cove Miss Anola Pomare Forbes, quien nació en San Andrés y vive en el barrio Ensenada del Cove, vende los postres típicos.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.
La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.
Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.
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