Artesanía tolimense son dos palabras que van de la mano, junticas. Para muchas personas, de hecho, una de las primeras referencias que se vienen a la mente al pensar en la artesanía colombiana son las ollas de La Chamba, esos prodigiosos contenedores de barro negro sobre los cuales hemos comido desde hace tanto nuestras comidas típicas. Esta ruta le rinde tributo a esta tradición alfarera, presentándote a algunos de los maestros más virtuosos y originales de su elaboración. Todos son cultores de un oficio que saben complejo y que valoran por el gran esfuerzo físico que requiere. También saben que por la calidad de su trabajo se han hecho merecedores del sello de denominación de origen y son los más interesados en que se preserve cuidadosamente ese honor. Basta decirte que lleves el baúl vacío, porque la tentación por llevarte las más bellas piezas, sabiendo quién las hizo, es simplemente, demasiado grande. Verás que vale mucho la pena hacer este paseo. Y como a este departamento lo que le sobra es cultura, porque es rico en músicas –como el pasillo, el bambuco, el bunde y la guabina–, pero también en comidas y mitos y paisajes de ensueño, por eso te queremos llevar a Ibagué, la capital y a El Guamo, cuna de la palma real, esta maravillosa planta con la que se ha creado el símbolo regional del sombrero tolimense. Mira trabajar a sus tejedoras y quedarás boquiabierto. Será un viaje a un departamento que merece la pena conocer. Y mucho.
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En el Guamo y La Chamba la oferta gastronómica y hotelera es limitada, recomendamos comer en El Espinal
3 días
Carro o bus
Para llegar a la capital del Tolima puedes hacerlo por tierra desde Bogotá (de aproximadamente 5 a 6 horas en carro, según tu velocidad o 209 kilómetros) o llegar en avión (a 30 minutos). Si te decides a tomar carretera será un paseo por una vía doble calzada, que te hará atravesar el Río Magdalena y transitar por la gigante Cordillera Central. Entenderás en su paisaje por qué este departamento es uno de los mayores productores de arroz del país, al ver grandes extensiones de cultivos. Por si fuera poco, el Nevado del Tolima será un destino y una guía para el conductor. Aquí te recomendamos conocer a un par de artesanos increíbles, maestros en tejeduría y talla en madera. A este plan puedes dedicarle un par de horas para luego visitar la Catedral Primada de Ibagué, una joya arquitectónica, ir al Museo Panóptico y al Museo del Tolima y cerrar con broche de oro en algún concierto de la Sala de Música Alberto Castilla, con una concha en madera y rodeada de agua para tener una acústica perfecta. Incluso, podrías destinarle un día entero a hacer alguno de los paseos de naturaleza que ofrece la ciudad: ir al Cañón del Combeima, a la Reserva Natural Orquídeas o al Jardín Botánico o incluso escalar el Nevado del Tolima –claro, subir a esta tremenda montaña que hace parte del Parque de Los Nevados, no es algo que se haga sin preparación…–. Esta inmersión fantástica será tu abrebocas para lo que se viene.
Para llegar a El Guamo debes pasar por El Espinal, a una hora (56 kilómetros) de Ibagué. Allí la parada es obligada para devorar con gusto un tamal o un plato de lechona, las comidas típicas tolimenses, delicias de harina de maíz con carnes envueltas en hoja de plátano y arroz con trozos de cerdo cocinadas lenta y sabrosamente. Estos son imperdibles. Tampoco dejes de probar el refresco de avena fría. Empaca un mecato de achiras, antojo para cualquier hora. Ya con la panza contenta puedes emprender el paseo hacia El Guamo, a casi media hora (17 kilómetros). ¡Ten cuidado porque hay muchos pajaritos en la vía picoteando granos de arroz! Allí visita a dos tejedoras grandiosas que te lo enseñarán todo sobre la palma real. Tanto el Puente de Tablas o Calicanto como la Parroquia de Santa Ana, son patrimonios de finales del siglo XIX que los llenan de orgullo. Aquí puedes pasar la mañana, antes de seguir a La Chamba.
De nuevo tendrás que atravesar El Espinal para llegar al final de nuestra ruta del Tolima. En total será un trayecto de unos 50 minutos (49 kilómetros). Allí puedes “tanquear” o picar de nuevo algo de comer antes de seguir. Si por la mañana desayunaste tamal, ahora puedes almorzar lechona y así vives la experiencia plena del sabor. Al llegar a La Chamba casi no verás a nadie en la calle. Es normal. Todo el mundo no solo le huye al calor, sino que está trabajando bajo techo y con solares interiores. Son hormiguitas incansables que viven por y para el barro. Descubre en los cuatro artesanos que te proponemos conocer distintos productos.
La Lechona es el plato emblemático del Tolima y de la cocina tradicional colombiana. La lechona del Tolima se caracteriza por rellenar un cerdo entero con su carne, arveja seca amarilla, especias y hierbas fresca (no lleva arroz), se hornea en horno de leña o gas por unas 12 horas hasta que el cuero de la lechona quede crujiente. La Lechonería Eduvina lleva más de 40 años en Ibagué con esta tradición tolimense, al igual que La Mona lechonería, de Espinal.
Los tamales tolimenses son la merienda destacada del Tolima y se pueden comer a cualquier hora del día. Están hechos de masa de maíz, carne de cerdo, pollo, tocino, arvejas secas y hogo, envueltos en hoja de plátano y cocinados en ollas al vapor durante dos o tres horas. Se sirven con chocolate caliente y pan o arepa; Tamales Don floro, Tamales de la Pola y Tamales de la Gobernación son especializados en su fabricación en Ibagué conservando la tradición del departamento.
El Sancocho de gallina criolla es una sopa típica del Tolima donde se cocina la gallina durante varias horas en leña junto con plátano verde, yuca, arracacha y mazorca y se sirve acompañado de arroz, aguacate y hogo. El restaurante Don Pedro, en Ibagué, ofrece éste y muchos más platos típicos del departamento.
El Viudo de bocachico es una preparación hecha en leña donde este pescado se pone a cocinar en un poco de agua con aliños y se le van agregando diferentes tubérculos como yuca, arracacha y plátano. Ya para servir se le agrega un hogo especiado y se acompaña con arroz; el restaurante Puerto Mojarra, en Ibagué, ofrece éste y otros platos con pescados.
El arroz de la meseta de Ibagué es el único en Colombia con Denominación de Origen Protegida, lo que enaltece los cultivos que se dan en este territorio. El Restaurante Risonella ofrece una gran variedad de productos hechos con este arroz como arepas, arrozatas, horchata, arroz con leche y diferentes amasijos y para los que le gustan las preparaciones diferentes con arroz, está El Gran Camarón Quillero, en Ibagué.
El masato de arroz es una bebida típica de Colombia que consiste en poner a fermentar el arroz en agua junto con azúcar, clavos de olor y limones. Al cabo de 3 o 4 días, el arroz se licúa y se pone a enfriar. Se puede probar en las plazas de mercado y en el Restaurante Risonella, en la vía que de Ibagué conduce a Alvarado.
La avena fría es una bebida de avena cocida con clavos y canela que se toma bien fría y es un acompañamiento obligado para las achiras, quesillos y arepuelas. El Parque Central del Espinal es un lugar de reunión para locales y turistas en donde se puede probar esta deliciosa bebida.
La chicha de maíz es una bebida muy apetecida en el Tolima durante sus fiestas tradicionales en el mes de junio. El maíz se deja en agua, panela y especias durante 5 o 6 días. Se sirve bien fría y la Plaza de mercado del Guamo es el lugar ideal para tomarla.
El arroz con leche es un postre típico del país, que al hacerse con su arroz con Denominación de Origen lo hace aún más sabroso. El restaurante Risonella expone de diferentes maneras este postre desde hace muchos años.
El pan batido del Tolima, las colaciones y los amasijos son muy apetecidos por locales y turistas: mojicones, galletas, calentanos, lenguas y roscones se pueden encontrar en la premiada panadería La GOGO, en Ibagué.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.
La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.
Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.
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