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Ximena Albornoz

Taller: Arte chelita
Oficio: Enchape en Tamo
Ruta: Ruta Pasto - Sandoná
Ubicación: Pasto, Nariño


Apenas cuatro años antes de jubilarse, el padre de Ximena, Arturo Albornoz, decidió darle un nuevo rumbo a su vida y, por consiguiente, a la de su familia. Aunque su esposa se opusiera, él insistió, pues tenía una visión, dedicarse a las artesanías propias de su región, empezando por el enchapado en tamo y el barniz de Pasto, las dos técnicas más características de su tierra. Dicen que fue como si se le hubiera despertado un don. Cuánta no sería su pasión como para tomar semejante decisión y llevarla a cabo como lo hizo, formando un taller artesanal, aliándose con otros maestros y asistiendo a Expoartesanías, por primera vez, en el 93. Ciertamente valió la pena su salto al vacío, la evidencia está en que Artes Chelita, la empresa que empezó a construir en los ochenta, sigue en pie, ahora a cargo de su hija Ximena, quien sigue llevando sus productos, año tras año, a la feria que visitó su padre hace tanto tiempo.

Ximena se describe como una mujer devota, que le pide a Dios consejos y paz para su corazón. Le pide también nuevas ideas para llevar a cabo los sueños que la rondan desde pequeña, cuando quiso irse a estudiar diseño y su padre le pidió que se quedara en su ciudad. No irse no fue un problema, porque le heredó a su padre la pasión y capacidad para estar a la altura de la diversa producción de Artes Chelita y convertirse en su gerente general. Y es que hacen de todo: bargueños, bomboneras, cofres, máscaras, jarrones, vírgenes, nacimientos, bolsos y hasta tacones, que decoran en barniz de Pasto o enchapan en tamo, o incluso recubren combinando ambas técnicas. Para tan amplia producción, Ximena se ha hecho un amplio equipo. Cuenta con el apoyo de su esposo, Mauricio Arellano, en la coordinación y gerencia. Él, como la familia de ella, dejó de lado lo que venía haciendo, la ingeniería de sistemas, para aprender de artesanías y trabajar de lleno en ellas. En el taller, cuenta con quienes hacen realidad cada una de las piezas de Artes Chelita, con sus manos y su maestría.

Tienen un amplio taller en el que cubren todos los procesos. Para todo lo que hay que hacer, cuentan con un grupo seleccionado de artesanos. Del taller de torno, ebanistería y carpintería se encarga en la dirección el Maestro Carlos Córdoba, y de las tallas, desde su taller familiar, el Maestro Hernán Pabón. Por su parte, el Maestro Delio Ortega les proveé, desde hace más de 35 años, las tradicionales máscaras Kamentsa e Inga talladas en madera, cuya técnica aprendió como un legado de su tierra natal, Sibundoy, Putumayo. Asimismo, cuentan con un área de laqueado, donde se le dan los toques finales a todas las piezas, y que está a cargo de Luis Alexander Tabango y Álvaro Bolaños.

Además, tienen un programa de formación para un grupo de personas privadas de la libertad, a quienes esperan integrar como artesanos de su proyecto, desde la cárcel. Y capacitan, en las instalaciones del taller, a mujeres madres cabeza de familia en el oficio del tamo con el fin de darles la oportunidad de realizar el trabajo desde sus casa, balanceando el cuidado y el trabajo de la mano de Artes Chelita y su compromiso con apoyar a las familias que se benefician directa e indirectamente del trabajo artesanal.

Artesanos de la ruta

Artesanos de la ruta

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