Workshop: Artimbiquí
Craft: Costume jewelry and basketry
Trail: Cauca Route
Location: Timbiquí, Cauca
Resguardo indígena Nueva Unión a 45 minutos en lancha de Timbiquí.
3166571107
clerinahuezo2009@gmail.com
Clerina, quien vive en la Comunidad Nueva Unión, cuenta qué tan lejos vive de su mamá, en el resguardo Calle Santa Rosa. A 45 minutos a brazo corto, dice, una medida de nado con la que calculan las distancias entre los pueblos por el río Timbiquí, en el Cauca. Esta mujer, como el río, se ha movido mucho desde pequeña por su departamento. Creció en López de Micay, estudió en Santander de Quilichao y, a sus 16, perdió a su papá, así que tuvo que buscar marido, también de su etnia eperara siapidara, para que la ayudara a terminar de salir adelante. Lo encontró en Timbiquí. Por fortuna dio con un buen hombre, el señor Édgar Mejía, como lo nombra, con quien se “ajuntó” desde su adolescencia y conformó una familia de tres hijos, la primera ya toda una veinteañera con la que trabajan bisutería en mostacilla y tejen el sombrero.
Es la primera de la familia que se dedica a la bisutería, porque si mira el tema artesanal, la artesana era su mamá, doña Herminda Duro, tejedora a quien todos buscan para que les enseñe. Pero a Clerina no le llamó tanto la atención la tejeduría y cuando tuvo que empezar a hacerse cargo del hogar vio que la bisutería se le daba más fácil y le quedaban muy bonitos sus collares y manillas. Aprendió mirando a otras hacerlo, a una tía en particular, y fue probando con los dedos, a insertar las chaquiras en el nylon y darle una forma y un color al tejido. Cuando ya lo supo hacer, ya le fue sumando sabiduría indígena y simbología.
Cuenta que las técnicas se han ido robusteciendo. Si antes hacía manillas y collares con tres filas de pepitas, hoy son cinco, complejizando el tejido y la forma. Implica más cálculos y la precisión necesaria para saber cómo continuar un dibujo en la fila siguiente. Pero cuando dice que se la dan las cosas es porque es juiciosa y heredó en las venas la docencia de su papá y se casó con otro profesor que la ha impulsado a alcanzar el liderazgo que él mismo ha cultivado. Sabe que cuenta con un buen equipo de vida.
Clerina usa la artesanía como uno de sus sustentos económicos, sin embargo, sabe que juntar una pepita tras otra, con disciplina y paciencia, es su metáfora ideal para mostrar lo que está haciendo con su comunidad. Ha logrado consolidar un grupo de mujeres con las cuales dar las luchas por sus derechos, empezando por aquellos relacionados con la salud. Como habla bastante bien el español es una vocera ideal para elevar los temas en los espacios que se necesita. Por ejemplo, está intentando explicar de la mejor manera posible, la importancia de las parteras en la medicina tradicional eperara siapidara. Sabe que no es fácil, pero para eso tiene la paciencia de la tejedora.
En sus búsquedas, que no son pocas, quiere ir más y más profundo en el conocimiento sobre los símbolos de su cultura indígena. Incluye loros, arañas y gallos, porque los saca de los libros, pero quiere escarbar en los recuerdos de su infancia y ver que esos animalitos eran los que decoraban su patio y sus caminatas. Tiene el reto de valorar las historias de esos tejidos y con ello honrar el oficio. Por ahora, pasarle el saber a su hija y tenerla como heredera es el primer paso. Sabe que vendrán más retos y los espera con calma.
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