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Deisy Liliana Ortiz Bagüi

Taller: Morro Joyeros asociación de joyeros Morro
Oficio: Joyería/Bisutería
Ruta: Ruta Ipiales - Tumaco
Ubicación: Tumaco, Nariño


AGENDA TU VISITA

  Avenida Olaya María auxiliadora colegio ITPC, Tumaco, Nariño
  3209204913
  morrojoyeros@gmail.com
  @morrojoyeros

Deisy Liliana es una jóven artesana que se llena de orgullo al saber que es una de las poquísimas joyeras filigranistas de su región. Al oficio, típicamente ejercido por los artesanos hombres más experimentados, lo rodean el hermetismo y una larga tradición que gira alrededor del oro aluvial. Habiendo crecido en Roberto Payán, muy cerca de Barbacoas, la tierra del oro, Deisy estuvo desde siempre rodeada por la filigrana. Estaba en las joyas usadas por las mujeres de su familia, en el regalo que su madre le dio a los 12 años, en las piecitas con las que se protege a los recién nacidos, y en los ahorros mismos de la comunidad, que acostumbraba a comprar joyas de oro y atesorarlas en cofres hasta que se presentara la situación de venderlas y usar el dinero.

Acceder al conocimiento que hoy posee, sin embargo, tuvo sus retos. Todo empezó cuando llegó a Tumaco después de terminar el colegio y dio con un taller patrocinado por Save The Children. Allí recibió su primera formación en filigrana de la mano del Maestro Eber Yela. De las 60 personas que se inscribieron, terminaron cinco, los mismos que fundaron la Asociación de Jóvenes Joyeros Morro. Entonces Deisy, junto con Janer Arturo Mesa, Andrea Giselle Olaya, Vanessa Hurtado y Giselle Estasio, se decidieron por profundizar en la técnica y dedicarse a ella. Primero tuvieron que demostrarle a los maestros su amor por el oficio y sus ganas sinceras de aprender más. Solo entonces, pudieron acceder a los detalles de la práctica de la filigrana.

Se han dedicado a hacer los típicos anillos colepato y abanicos, así como anillos rey, cadenas, brazaletes, pulseras, pines y prendedores. Trabajan en plata, que compran en Bogotá, y con el oro de su territorio. En su taller montaron el Museo Vivo de la Filigrana y les ofrecen a sus visitantes y clientes hacer parte de la elaboración de las piezas, por ejemplo, reciben parejas prontas a casarse para que hagan por sí mismas sus argollas de matrimonio. Cada temporada abren cursos básicos o intensivos para que quienes los visitan por un día o un mes puedan aprender así sea una pizca del oficio. En el pueblo se los ve colados en todas las reuniones ofreciendo sus creaciones, pulidas y sinceras, entre las que destacan los amuletos que en 2023 hicieron en colaboración con un artesano del Cauca para 15 líderes sociales de Nariño y Cauca, que les dieron con la intención de protegerlos de las constantes amenazas del conflicto.

Deisy ha sabido ver en la filigrana un medio para expresarse y dibujar, con hilos de oro y plata, las figuras de la naturaleza que la rodean y la inspiran. La llaman las alas del colibrí y de las mariposas, que dibuja con detalle y transforma en anillos y flores. En sus creaciones y las de sus compañeros está siempre presente su territorio, esos lotos enormes que flotan cerca sus casas palafíticas, los canaletes de las canoas en las que se transportan, los mangles, el mar y todos sus peces. Es una fortuna para la tradición de la filigrana que a ella hayan llegado estas cuatro nuevas artesanas pues, como bien lo sabe Deisy, llegaron para aportar con el detalle y el cuidado que las caracteriza. Por su parte, le hace ilusión involucrar a su familia en el oficio y que, aunque no se enamoren de la filigrana ni quieran ser joyeros, sepan apreciarla y compartirla con el mismo amor que ella se las comparte. Empezó por cautivar a sus hermanos con lo que hace y va bien, pues uno ya se aventuró e hizo su primera pieza en filigrana: un anillo para su abuela.

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