The Magdalena River, which knows our country so well, as it flows from south to north and is deeply rooted in our history, decided to meet the sea here, in the vibrant land of Atlantico. And as if that weren’t enough, it chose to do so in the very city where, since the early 20th century, the Carnival of Barranquilla takes place, declared an Intangible Cultural Heritage by UNESCO in 2003. That’s why we suggest adding another layer to the richness that makes so many dance: discovering those who breathe life into their iconic wooden and fabric masks, and those who craft the drums at the base of their rhythms. Breathing in the scent of the sea and fresh water from marshes, rivers, and beaches, we brought to life the cumbias, bullerengues, garabatos, congos, mapalés, and dances that fill our department with as much color as its flowers, making us feel even warmer than the sun. Drawing from these same waters, plants have sprung forth and we’ve skillfully turned them into our materials, and passed down the wisdom of their use through generations among our people. Here, you’ll also get to know materials like vine, totumo, iraca, and enea, used in our crafts, alongside driftwood brought by the waters of the Magdalena River from unexpected heights, a gift not to be wasted.
Schedule the visit in advance with the artisans.
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2 days
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In Colombia’s Golden Gate, indulge in its rich culinary offerings and lively nightlife. We recommend spending two days exploring the city and its artisans. Stroll along the riverfront to witness the magnitude of this city and visit Plaza de la Paz with its imposing Cathedral. Don’t miss the renowned Barranquilla Museum of Modern Art and the Carnival Museum to prepare yourself for what’s to come. Make sure not to miss the Bar Museo La Cueva, where Gabriel García Márquez and his Barranquilla group used to gather. Indulge in iconic restaurants like El Cocuyo or El Palo de Mango, enjoy a delicious bollo limpio or traditional guandul sancocho or mote de queso at La tiendecita or Narcobollo.
On the second day, after getting used to the hot weather, artisans will receive you in their workshops: Jesus Orellano with his carved masks, Ivonn Gómez with her totumo pieces, Edgar Saez with his drums, and Hilda Romero with her fabric masks. Each will teach you about the crafts surrounding the Carnival and the valuable materials native to the region, such as totumo.
Thirty minutes from downtown Barranquilla lies Puerto Colombia, a hub of Atlantic development, with its restored centenary pier, plaza, and the new Sazón Market. Besides connecting with the sea by visiting its boardwalk and Miramar Beaches, meet Ángel Paternina, a craftsman who works with driftwood brought by the sea waves to meticulously shape a curated selection of Colombian birds.
Thirty-two kilometers away is Tubará, land of the Mokaná, ancestors of our next artisan, Adolfo Coll. Inheriting Mokaná symbols depicted in the hieroglyphs of Piedra Pintada, an archaeological site we encourage you to visit, this artisan found in totumo the means to continue the tradition of creating masks and keeping alive the symbols of his ancestors.
Return to Barranquilla at night to rest.
Twenty kilometers from Barranquilla, visiting Galapa requires spending quality time with master artisans Luis and Manuel Pertuz, who will explain the significance of each mask they carve. A morning with them allows you to learn about their art. Enjoy watching them carve the wood that will later embody a power animal or comparsa symbol and, if you want, learn a trick or two by trying it yourself. Then, visit Sonia González and know her garden’s flowers, beloved by the hummingbirds that inspire her vine pieces. You can also visit the Galapa Archaeological Museum to discover the pre-Hispanic history of these lands before heading to Usiacurí, just over half an hour away.
You’ll know you’ve reached Usiacurí, the manger of the Atlantic, when you see the monument to the weaving muse, and the flowers. After traversing an arid, dry roadside landscape, your eyes will suddenly be delighted with purple and fuchsia bougainvilleas. Take your time to appreciate Usiacurí’s unique horseshoe-shaped roads organization and visit iraca weaving artisans Yaneris Angulo, Sandra Muñoz, and Edilsa Baldovino. No rush here, just plans to make: visit the mineral wells, try a carimañola, visit the Santo Domingo Church, explore the Luriza Nature Reserve, or get lost in verses at the Julio Flórez Museum. Comfortable accommodations are available for an overnight stay.
LURUACO
Rise early for Luruaco, specifically San Juan de Tocagua, where locals’ lives intertwine with the Tocagua Lagoon, its fish, and plants. They’ve skillfully turned one of these plants into crafts: enea palm, traditionally used for mats, now woven into innovative pieces by artisans like Gloria Martínez and Yenis González.
End your journey on a high note by tasting the renowned arepas de huevo, celebrated at the end of June with a festival, and getting up close with Luruaco Lagoon. You can either navigate it, engage in water sports, visit its Bird Island, or simply contemplate its waters from a scenic spot.
El sancocho de Guandú o guandul con carne salada: el Guandú es una leguminosa parecida al frijol muy consumida en el Atlántico que se cocina con ñame, yuca, plátano maduro, un buen guiso con comino y ají dulce. Esta famosísima sopa se sirve acompañada de carne salada, arroz con coco, patacones y bollo. En Barranquilla hay varias matronas portadoras de tradición que lo preparan de la mejor manera, entre ellas la señora Josefina Cassinai, en cuyo patio puedes deleitarte con ésta y otras preparaciones.
En el Atlántico para el almuerzo es muy usual comer una sopa o un sancocho, en recetas tremendamente distintas la una de la otra; se ha popularizado que lo sirvan en totumas (recipiente rústico hecho con un totumo cortado a la mitad) y que llaman totumazos.
Prueba la sopa de mondongo (menudo o panza) y el delicioso mote de queso (es una sopa de ñame y queso costeño aderezada con sofrito de cebolla y ajo, ¡perfecta para vegetarianos!). También los sancochos o totumazo de bocachico, de sábalo con leche de coco, el trifásico (carne salada, costilla de res), de gallina criolla o de cerdo salado con frijol zaragoza. Cada una de estas carnes se cocina junto con la vitualla (ñame, yuca, plátano verde y maduro en trozos) y termina con un picadito de cilantro con cebolla y ají o con un buen guiso. En Barranquilla en el Totumazo Original y en Totumazo y Verbena puedes almorzar uno de estos sancochos exquisitos.
El plato más apetecido en Barranquilla, entre locales y turistas, es el arroz de lisa. La lisa es un pescado de río pequeño con la que se prepara un arroz que se adereza con cominos y verduras dentro de las que no puede faltar el ají dulce o criollo; se sirve con bollo limpio y patacones. En Narcobollo lo ofrecen con los mejores ingredientes y es muy gustoso.
El Pastel de arroz es otra delicia. Es un arroz sazonado con achiote y comino que lleva carne de cerdo, pollo y un guiso de verduras envueltos en hoja de bijao. Se cocina en leña lo que le da un sabor excepcional. Cuando programes tu visita con la artesana Gloria Martínez, en San Juan de Tocagua (Luruaco), puedes encargarle este platillo.
Hay variedad de preparaciones con pescado sobre todo en Puerto Colombia. En esta ciudad portuaria encontrarás el Centro Gastronómico Internacional, el restaurante El Viejo Muelle y el Mercado Sazón Atlántico donde habrá restaurantes de varias especialidades para deleite de los visitantes y festivales gastronómicos. Lo más usual es el pescado frito. Puedes comerte una mojarra, una sierra, un lebranche, un pargo rojo acompañado de yuca hervida y patacones. El salpicón de pescado es otra receta muy tradicional que se prepara con pescado seco al que se le agrega un buen sofrito de cebolla, tomate, ají dulce y achiote. Se sirve con bollo y patacones o arroz con frijolito cabecita negra.
Las frituras como las carimañolas (fritura de yuca con relleno de carne molida o de queso), la arepas dulces o arepas de anís (arepa de maíz con un poco de queso, azúcar y anís en pepa), los kibbes (influencia libanesa hecha con trigo y carne molida), la arepa de huevo (originaria del municipio de Luruaco consiste en una arepa de maíz a la que se le abre un orificio en el borde y se le introduce un huevo y se fríe) y el dedito de Olaya (deditos de queso), son de prueba obligatoria. Dulcerna tiene una excelente y delicada oferta de chicharrones hechos al vacío, deditos de queso y la picada curramba que incluye quibbes, deditos de queso y empanadas.
También están las butifarras, en donde las más destacadas provienen del municipio de Soledad. Se trata de un pequeño embutido muy famoso en toda la Costa Caribe por la mezcla de especias con las que se adoba la carne con la que se rellena; se comen solas o acompañadas de bollo limpio (encuéntralas en Narcobollo). Y hablando de bollos, estos también son imperdibles. Son envueltos dulces y salados de maíz blanco, yuca, plátano, millo, algunos saborizados con coco y anís (como es el caso del bollo angelito) y recubiertos por una tusa del maíz o en hoja de plátano o de bijao.
La herencia árabe la volvemos a encontrar en el plato árabe (mezcla de varias preparaciones árabes en pequeñas porciones que te permiten descubrir distintos sabores, entre los cuales el arroz de almendras con cebolla, babaganoush de berenjena asada, el hummus de garbanzo con tahine, hojas de vid rellenas de carne y arroz y el tabuleh) en unos varios restaurantes principalmente en Barranquilla exponentes de la influencia libanesa como son el Árabe Gourmet, M Restaurante Árabe, Árabe Internacional entre otros.
Los jugos son los ganadores. Prueba el de corozo, zapote y níspero en leche. También el patillazo (patilla triturada,) el guarapo de panela con limón, el agua o chicha de maíz y la chicha de maíz con cáscara de piña. Estas son las bebidas más pedidas en este departamento para refrescarse en los días calurosos. Puedes conseguirlas en los restaurantes que hemos indicado antes.
Las bolitas de chocolate de harina son una preparación que se hace al tostar el maíz cariaco y molerlo junto con la almendra del cacao y pimienta picante. Estas bolitas se pueden disolver en leche de vaca o de coco y tomar una buena taza caliente.
Dentro de los dulces tradicionales encontramos el dulce de mango, de guandú y de frijol zaragoza rojo, que se suelen comer con casabe (torta crujiente de harina de yuca). Y a las alegrías de millo (bolas hechas de millo soplado, melao de caña y trozos de coco) las encontrarás por doquier en la ciudad y en los municipios que recorres en esta ruta. Lo mismo las carisecas, arepas de maíz dulce molido que se preparan a la brasa sobre hoja de plátano y llevan leche de coco, queso criollo, azúcar, mantequilla y anís en grano.
Por último, no dejes de ir a la Heladería Americana y tomarte un frozo malt. Una especie de malteada elaborada de manera tradicional que ha deleitado a los barranquilleros y a los visitantes por más de 80 años.
En Barranquilla se destacan otros restaurantes que reivindican las cocinas tradicionales utilizando los productos originarios de la región Caribe y combinándolo con nuevas técnicas. Encontramos:
Restaurante Palo de Mango, Manuel Restaurante
La Cueva que además cuenta las vivencias del escritor Gabriel García Márquez y del Grupo de Barranquilla.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.
La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.
Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.
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