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María Stella Cabrera

Taller: Taller de diseños María
Oficio: Tejeduría
Ruta: Ruta Pasto - Sandoná
Ubicación: Sandoná, Nariño


María Stella Cabrera, tejedora sandoneña de la iraca, recuerda que sus jornadas escolares eran un tanto distintas de las de sus compañeros. Vivían al frente del colegio y a la hora del receso iban a la casa a tomar café. Su madre aprovechaba, le echaba agua al sombrero y les pedía, a ella y sus hermanos, que hicieran una vueltecita antes de que sonara la campana y regresaran a clase. Recuerda que de niños renegaban por estar tejiendo en vez de estar jugando con los demás compañeros, pero ahora entiende que fue así como aprendieron el oficio que los acompañaría durante toda la vida. Son hijos, nada más y nada menos, que de la maestra Dolores Erazo, una artesana que dedicó su vida a la enseñanza de la técnica en Sandoná y sus veredas aledañas. 

Así como María Stella y sus cinco hermanos, las mujeres de Sandoná se convirtieron en herederas del conocimiento de la Maestra Dolores, quien difundió numerosas técnicas sin pedir nada a cambio. Lo que la movía era ofrecer a sus alumnas una opción de solvencia económica, tan importante para enfrentar las tantas caras que toma el machismo. A su taller se acercaban sus vecinas, que después le enseñaban la técnica a sus hijas, y sus hijas a sus hijas. Por eso muchas de sus aprendices tienen hoy en día sus propios talleres o asociaciones, y ella porta con orgullo su Medalla a la Maestría Artesanal, un merecido reconocimiento que le fue otorgado en 2023. 

María Stella habla con gracia del problema que tienen en su familia. Resulta que para tejer los sombreros cada artesana tiene su piedra, con la que pisa el tejido a medida que va creciendo. Ellas no dudan en usar la misma piedra para moler el ají del almuerzo cuando hace falta, para después lavarla, cubrirla con un trapo, y seguir tejiendo. Estas piedras, antiguas y especiales, han pasado de generación en generación y el problema es que su madre tuvo seis hijos pero heredó una sola piedra. Sin duda, todos quisieran poder heredar la herramienta de su madre, molidita y ennegrecida por el uso, cargada de todo el trabajo y amor de la Maestra Dolores. 

Y si este es un oficio que corre por las venas de la familia, María Stella, siguiendo las enseñanzas maternas, recibe a otras para trabajar juntas. Su casa está en constante movimiento, llena de las señoras que la visitan para aprender. Allí cocinan juntas, abren la pajita, secan y tinturan el material que se llevarán para tejer desde sus propias casas. Cuando hay nuevos diseños se reúnen para estar alineadas en la producción de sombreros finos, extrafinos o gruesos, así como canastos y bolsos. Como buena hermana mayor, ha seguido guiando a sus hermanos y hermanas en el camino de la artesanía. Habla de ellos con la ternura de alguien que no quiere que dependan de ella y que sabe de lo que son capaces. Los motiva constantemente a la independencia, a que planeen sus propias reuniones y vayan a ferias por su cuenta. Su hermano Ignacio, por ejemplo, fundó en 2015 la Asociación Artesanal Agropecuaria Rural de Sandoná, desde la que apoyan a los y las artesanas en la producción y venta de sus tejidos tradicionales. 

Artesanos de la ruta

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