Si en la ruta costera conocerás a los eperara siapidara, en esta parte del Cauca, su centro oriente, conocerás a los indígenas nasa y misak, dos universos maravillosos que te harán conocer sus cualidades como tejedores de comunidad. Popayán, la capital del departamento, no solo te servirá de punto de partida, sino que su pasado colonial y la huella del terremoto están presentes en la memoria colectiva de sus gentes.
Cada día hay más frecuencia de vuelos a Popayán, lo que ha incentivado su turismo directo y nos alegra para los propósitos de este mapa (ten en cuenta que, aunque se puede llegar por Cali, dentro de poco iniciará la construcción de una importante vía lo que hará muy dificultoso este camino por sus cierres periódicos). En esta ciudad de casonas blancas teñidas de cal, famosa por sus procesiones de Semana Santa en el Centro Histórico, tendrás la oportunidad de conocer a una gran tejedora y a un tallador que es toda una institución al haber construido la biblioteca de maderas del Cauca. También de descubrir sus rastros coloniales a través de un par de maestros de la forja y la piedra que viven en Pueblillo, una vereda que ya es un barrio de Popayán, a solo 12 kilómetros del centro. En el casco histórico es imprescindible recorrer sus museos e iglesias, muchas de ellas con muestras de impresionante arte quiteño, y, si es enero, disfrutar de las Fiestas de Pubenza, un tributo al mestizaje. Y en Pueblillo, busca a don Ovidio Gerardo Ordoñez, propietario de la discoteca más antigua de Colombia, con más de 6.000 vinilos. Él, además, puede hacerte el tour de la ruta del agua, un paseo de río que es una belleza. En estos paisajes podrás hacer avistamiento de aves, y conocer al barranquero, propio de la zona. Capítulo aparte es la comida, una experiencia que ha sido estudiada a profundidad (Cocinas escondidas de la ciudad blanca, del antropólogo Carlos Illera), y cuya riqueza en sopas, guisos, fiambres, tamales y dulces han hecho de su cocina un bien reconocido por la Unesco, como ciudad creativa, y el escenario del Congreso Gastronómico de Popayán, ya famoso en cada septiembre. Además del pipián, esencial en su cocina, es importante probar el chulquín, o puchero a base de cogollo de caña brava tratada, así como el champús y el salpicón caucano, una exquisitez creada por doña Baudilia a mediados del siglo pasado, de raspado de hielo del Volcán Puracé con el que se hacía helado de mora, con motas de guanábana, lulo y melado de panela. El menú es inacabable, así que mejor prepara tus maletas y paladar. Toma Popayán como referencia para planear tu viaje, hacia la costa o hacia el oriente. pi conoce y viste un tradicional sombrero guapireño, hecho por las cálidas artesanas de Coopmujeres y descubre la maravilla de los canastos cuatro tetas realizados por manos indígenas, liderados por el artesano y pastor Luis Ferney Mejía. También prueba la suculenta cocina que allí se hace. No dejes de comerte un encocado, sus aborrajados (que son distintos a los del Valle pues se rellenan con maíz y camarón), las canastas de raya, camarón, tiburón o piangua, todos sabores muy aromáticos, condimentados con hierbas de zotea. Luego, para ir a Timbiquí tendrás que tomar una lancha en el puerto; una de dos motores te llevará en más o menos 1 hora (¡consejo! Siéntate en la parte de atrás para que los saltos no te golpeen tanto). En Timbiquí, descubre la tradición orfebre de la mano del maestro Venté y pídele a la tejedora y bisutera Clerina Huezo que te mande un bote desde su resguardo eperara para que la visites a 10 minutos del pueblo.
A menos de 30 minutos de la capital (14 kms), descubre el pan y los amasijos timbianos, panes de “piso” que se hornean en leña y que le sacan el sabor más delicioso al maíz con el que se amasan. Además, en su plaza de mercado, o galería, se dice que la gente come “de la paila al plato”, por el frescor de sus ingredientes, así que no dejes de probar su puchero, sudado de pezuña y cola de res y su lengua criolla, platos típicos dignos de ser degustados. Y, así, con el buche contento, podrás visitar a Amparo y su proyecto de seda, y a Jesús o a Carlos, dos talladores de Timbío que vale la pena conocer. Si, además, quieres pasear por una zona linda, no te pierdas el tour de las haciendas, tremendas casonas construidas en tiempos de la colonia y la república, y su cata de cafés especiales en la experiencia de “Tintos del campo”, donde podrás tomarte los sabores de esta tierra. También visitar la cascada Perolindes y pasear en lancha por el lago La Marquesa. A 24 kilómetros está El Tambo, casa de Agroarte, una agrupación de jóvenes artesanos que están mezclando estupendamente la experiencia de la tejeduría en gusano de seda con el turismo local, una apuesta por poner a su municipio en el radar de los visitantes al Cauca. Viaja acompañado de operadores que te permitirán llegar de manera segura a cada rincón porque dominan el territorio.
A 37 kilómetros de la capital, el municipio de Piendamó es un buen punto para planear tu viaje a Silvia y otro paraje para degustar más cositas ricas, como el famoso pollo al limón. Allí, en el corregimiento de Tunía, además de conocer a María Leida Calambás y su destreza tejedora en algodón, y, si vas en agosto, podrás disfrutar de una tierra colmada de flores y su Feria del Café y las Flores, una muestra colorida de silletas y la posibilidad de visitar los cultivos de las flores. A este paseo puedes sumarle el de los varios recorridos por senderos ecológicos. Además, en Piendamó encontrarás su estación del ferrocarril, como un rastro nostálgico de sueño de desarrolló que se detuvo. Aquí puedes encontrar varias opciones de alojamiento para que madrugues y te vayas a conocer a una de las etnias del departamento, la misak, en Silvia. Si sales de Piendamó serán 25 kilómetros, y si lo haces de Popayán, 59. El mejor momento para ir a este pueblo bello será el martes ya que, al ser día de mercado, verás a toda la comunidad indígena tiñendo de azul y fucsia sus calles. Si bien los misak usan su atuendo en la cotidianidad, verlos concentrados es una experiencia muy bella. Aquí, de la mano de las artesanas que te proponemos visitar, tendrás una inmersión en esta cultura que es una forma de ver el mundo. Entenderás el significado de los colores y los usos y costumbres que los rodean y gobiernan. También guiados por ellos podrás subir a Guambía o a Tranal (Asociación Kansuy), los resguardos en donde viven y donde está su tulpa o centro de pensamiento, así como la universidad misak. También puedes pasear por el Lago Chiman. Al ser tierras más frías que el resto de los paisajes, las noches y madrugadas pueden enfriar bastante, así que empaca ropa un poco más caliente o aprovecha para hacerte a un tejido misak y no dejes de probar la trucha y tomar la tradicional aguapanela, una deliciosa bebida de caña, con queso. ¡Ah! Y empaca botas para caminar por sus empinadas montañas! ¡No te arrepentirás del esfuerzo, pues los paisajes y sus gentes son maravillosos!
Última etapa del viaje y no por ello menos apasionante. A Inzá puedes llegar desde Popayán fácilmente (101 kms, algo así como 2 horas en carretera por la vía Totoro-Inzá). Pero ¡ojo! Al resguardo de Mosoco, en Páez-Belalcázar, debes llegar desde Silvia (46 kms, 2 horas de viaje; los buses llegan a Silvia los lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado hacia el mediodía y desde allí arranca; los domingos y martes lo hacen a las 9 am y salen para Mosoco). En esta zona del Cauca están asentados los nasa, hacedores de la cuetandera, la tradicional mochila nasa. No viajes en las noches y siempre ve acompañado por operadores que conocen cada rincón y sabrán indicarte medios de transporte y horarios para que no pierdas tiempo, pues la frecuencia de los buses no es permanente. En estos dos puntos tendrás la oportunidad de conocer a Rosalba y Jeni Mildréd, a Florinda y María Laura y a Diva Eufemia, las maestras artesanas que han logrado transmitirles a sus hijas la belleza y profundidad de estos tejidos llenos de significado.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.
La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.
Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.
No puede copiar contenido de esta página