Aurora Vera fue criada alrededor del fique por una madre a quien vio desde siempre procesarlo. Llegaba a la casa con un maletado de fique, lo cebaba, peinaba, rociaba y dejaba secar antes de escarmentarlo. Después lo hilaba y se lo llevaba a San Gil, donde lo vendía para comprar el mercado y darles lo de los cuadernos a Aurora y sus hermanos. Como en tantos casos, en los que el oficio de las artesanías se aprende tan solo mirando a los mayores, Aurora no recibió de su madre instrucciones para el hilado. Lo que sí hizo fue ensayar en el torno por sí misma, como buena niña traviesa, e hilar unos churumbeles que en nada se parecían a las fibras finas de su madre.

Su juego de niña no le volvió a llamar la atención hasta que su madre falleció. Entonces, sintió el llamado del oficio que ya le corría en la sangre y congregó a sus amigas alrededor de la pregunta ¿qué hacemos? Unirse y trabajar el fique. Empezó a ir a las capacitaciones del Sena, a hacerse amiga de las profesoras e involucrarse, a buscar a más mujeres, hasta que crearon en 2010 la fundación Artesanal El Maguey, de la que es la representante legal, además de la principal encargada de la preparación de los hilos.

Además del amor por el fique, heredó de su madre la especialización en un paso crucial, el hilado, que ha complementado con cursos en tinturas naturales. Hila con motor y tiñe con eucalipto, cáscaras de arrayán, hojas de cebolla morada, aserrín y hojas de los árboles de matarratón y sangre de cristo. Vive ensayando, buscando hierbas para ver qué colores le salen, y congregando a las mujeres que llenen los cupos de cuánto curso consigue para expandir el oficio. Las busca con el mismo espíritu con el que ha insistido para sacar adelante su trabajo artesanal, con el que anima a sus compañeras y brega para conseguir la materia prima, escasa después de que muchos cambiaran sus cultivos de Maguey por café, y con el que se esfuerza para cautivar a los más jóvenes y hacerlos parte de una labor que cada vez les llama menos la atención a las nuevas generaciones. A pesar de los años, sigue, gestionando proyectos y recursos, porque el gusto y el amor son más fuertes.