Taller: Alec Niño
Oficio: Joyería/Bisutería
Ruta: Ruta Bogotá
Ubicación: Bogotá, Bogotá
calle 83 # 14A - 25 of 403, Bogotá
3177536896
alec.nino.j@gmail.com
@alec_nino
Antes de volverse joyero, Alec Niño fue enfermero. El cuidado delicado por el otro había sido su motor para elegir esta exigente profesión y, por muchos años, ejerció lo que consideraba su vocación, sin embargo, el drama de la salud en Colombia lo hizo empezar a dudar de que ese era, en realidad, el oficio al que quería dedicarle su vida.
En ese terreno de la duda, los amigos lo hicieron mirar hacia otros horizontes y, uno de ellos en particular, que tallaba madera y en donde él se vio por primera vez usando las manos en algo que no fuera medicinal, le encendió una curiosidad. Lo animó para que se pasara por la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, quizá allí, le dijo, descubriría algo que le devolviera la alegría que sentía se le estaba perdiendo. Y allá llegó Alec un día. Pero no fue la madera la que lo sedujo, sino la platería. Apenas vio esas piezas se sintió inmediatamente atraído.
A pesar de ello, no era cuestión de cerrar los ojos y despertar en una nueva realidad, así que siguió ejerciendo su trabajo como enfermero, pero esta vez, combinándole el estudio de platería en la Escuela y de joyería en el Sena. No le importaba tener las horas del día completamente copadas, porque estaba siendo feliz. Además, sus compañeras en los turnos de los hospitales se enteraron de que estaba haciendo joyas y le empezaron a encargar cosas. Ya no había vuelta de hoja y un evento desafortunado le selló el destino: un paciente lo agredió.
Fue así como decidió dedicarse de lleno a la joyería, pero para ello necesitaba encontrar su lenguaje y aquello que quería decir con sus manos. Y eso empezó a resolverlo de la mano del arte. Por cosas de la vida, su colega Andrés Rodríguez, de Crisol, lo invitó a hacer parte de una exposición de joyería en el Museo de Arte Moderno de Bogotá y, para ello, le pidió trabajar con una artista finlandesa en la curaduría. Ésta le preguntó que por qué hacía lo que hacía, que qué lo inspiraba y etcétera etcétera, preguntas que no se había formulado, al menos no así. Y entonces, empezó a buscar el concepto de su trabajo. Para ello, se encaminó al humedal La Conejera, junto a la casa de su mamá, por Niza. Se puso a caminar en medio de la naturaleza para aclarar sus ideas y fue allí, en medio del bosque, en donde encontró las respuestas. Las formas de los hongos le fascinaron y, estudiándolos, dio con un mundo infinito que le abría el horizonte creativo.
Hizo una colección basada en los micelios que llamó Fungus y que lo entusiasmó para seguir por ese camino. Le gustaba el motivo que lo inspiraba, pero no quería hacer nada que fuera literal, así que continuó explorando formas orgánicas que revelaran las texturas fantásticas de la naturaleza. En su búsqueda, recordó que en su casa se tejía, que su abuelita lo hacía y le pidió a su mamá que le enseñara a tejer. Además, ese paisaje le permitió conectar eso que había venido aprendiendo con el punto peruano, un tejido en hilos de metal que se asemeja al croché. Y, entonces, se vio tejiendo con la plata, imaginándose tejidos livianos que le significaban las pieles minerales del bosque, con los que hacía collares o pulseras o pendientes imponentes que acaparan toda la oreja. También llegaron los pájaros, la tingua azul y la amarilla, el búho moteado, las mirlas, la monjita bogotana. Y los dientes de león. Y las flores como esa margarita que parece naciendo en plena cara. Es osado y le interesa la joya que se roba la mirada. Porque si de lo que se trata es de exhibir belleza, pues que se vea y, así, les dio escala a sus piezas.
Así mismo, ha explorado esmaltar los metales para tornasolarlos, como la propia luz lo hace con las flores y las plantas. Oxida el metal y logra unas coloraciones muy sugerentes y hermosas. Su trabajo joyero le pide a quien lo usa que se lo apersone y busca que los límites entre el arte y la artesanía se borren. De este modo, le agradece a la plata porque le permitió recuperar la identidad y entregarse a su vocación.
No puede copiar contenido de esta página