En esta ruta es imposible pasar de largo sin percatarse de la inmensa mancha marrón que colorea las sabanas verdes que constituyen el paisaje. Se trata de las miles de cabezas de Romo sinuano, una raza de vacas propia de la región y que hace de este departamento el mayor productor de ganado del país. Junto a los hatos, el caudaloso Río Sinú, una serpiente de 300 kilómetros que atraviesa el territorio y que definirá la vida de los cordobeses. Así mismo, sus manglares y playas en San Bernardo del Viento, Tolú y Coveñas son destinos de descanso anhelados por los turistas en busca de recogimiento. Si bien estas características definen esta región y la hacen única y maravillosa, definitivamente no son suficientes. Córdoba es una tierra rica en oficios artesanales y es un paraíso gastronómico. Queremos que veas de primera mano en Tuchín la caña flecha, materia prima con la que se teje el reconocido sombrero vueltiao y que descubras la palma de seje en Ayapel, con la cual se están haciendo artesanías únicas en el país. También que veas cómo se trabaja el totumo en San Antero y que te llenes de la belleza de Lorica. A este viaje necesitas completarlo, entregándote a sus delicias.
Esta ruta Córdoba será tu oportunidad para degustar el mestizaje y las herencias culinarias del cruce de culturas: allí serán palpables las raíces indígenas y negras, así como la sirio libanesa y española. Degusta esa poderosa sopa de mote de queso, cargada de ñame, un bocachico recién pescado con jugo de corozo o una caraqueña de cola. Corona con dulce de coco o de guayaba, o con un mongo mongo de plátano, clavos y mamey. Prueba sus jugosas carnes y pasea a caballo por las fincas ganaderas. Cada paisaje trae su sabor y bien vale la pena abrirse al gusto pues este departamento está lleno de maravillas hechas con las manos.
Agendar anticipadamente la visita con los artesanos
Llevar dinero en efectivo
Llevar hidratación
Llevar snaks
Viajar en época de verano ( de enero a mayo)
Navegar el río con un motorista que conozca el Río Sinú
No nadar en el Río Sinú (muchos remolinos, muy traicionero)
Para llegar a El Cedro donde están los artesanos de Ayapel, tomar Lancha o Johnson 15-20min del puerto de Ayapel a El Cedro. Cuesta 4mil trayecto salen cada media hora desde las 5:00am hasta las 6:30pm
Estar atentos de los horarios de las lanchas para organizar los desplazamientos
3 días
Carro, bus y lancha
Te sugerimos llegar muy temprano al aeropuerto Los Garzones, en Montería. La idea, allí, es que emprendas de inmediato camino hacia Ayapel a visitar nuestros artesanos recomendados, Alcides Vides y Adriana Martínez, y Heriberto Chávez. Es un paseo largo, de unos 142 kilómetros, así que te recomendamos parar en el camino y tanquear bien con un desayuno bien trancado. Aunque suene un viaje largo, de verdad que vale mucho la pena, pues los paisajes cordobeses son espléndidos. Además, en Ayapel descubrirás una tierra en donde se hace una artesanía única en Colombia: la tejeduría en palma de seje. Será toda una aventura pues cuando llegues deberás tomar la popular Johnson, una lancha con motor fuera de borda con la cual se transportan sus habitantes, para ir al corregimiento de El Cedro. No te arrepentirás. Te proponemos dos opciones de almuerzo: o te haces a una buena cantidad de mecatos para luego de la visita al pueblo, emprendas el regreso a la capital para disfrutar, en el Compae Goyo o en la propia ronda del Sinú, de la gran variedad gastronómica monteriana, mezcla de carnes, cocina sirio libanesa, afro y típica, ó te quedas un rato más en Ayapel y haces avistamiento de aves y paseo por la ciénaga; allí podrás probar comida de río. Para finalizar la tarde, ya en Montería, te invitamos a conocer a Juan Urán, joyero y experimentador de trabajo en totumo y semillas. No dejes de pasear por esa orilla del Sinú, un pasaje de más de tres kilómetros en donde todos los pájaros sobrevuelan. Ver allí el atardecer, así como disfrutar de la vida nocturna, son planes que no puedes dejar de hacer. En Montería puedes encontrar amplia oferta hotelera.
Este será un día poderoso. Te proponemos salir para Lorica, a 65 kilómetros de Montería, para que descubras la belleza de este pueblo patrimonio de Colombia. Su arquitectura republicana se conserva intacta y la cercanía con el río le da un aire de otros tiempos. Tierra natal del escritor afro Manuel Zapata Olivella, encontrarás sus rastros por doquier. Además, es el mejor lugar en donde puedes darte una idea perfecta de la rica cultura gastronómica cordobesa. El mercado de Lorica es digno de ser visitado, no solo estarán las matronas cocineras, como doña Mayo, sino que sentirás los penetrantes olores de las especias que te harán reconocer el cruce de culturas y cómo el mundo árabe llegó con sus refinados sabores a la costa colombiana. Pero si lo tuyo es la carne o los platos típicos, cómo no probar los muchos cortes de esta tierra ganadera o un mote de queso o un platillo de bocachico recién pescado. También estarán los jugos de corozo, zapote y mango, así como dulces con nombres tan bonitos como el mongo mongo y el cabellito de ángel que se hace, ni más ni menos, que con calabaza. Ya con el corazón contento y la panza saciada, emprende camino hacia San Antero, a unos 20 kilómetros de Lorica. Allí puedes pasar la noche tranquilamente. En este pueblo lindo que en Semana Santa se vuelve famoso por su tradicional Festival del Burro, puedes visitar a Leider Guerrero, tallador de totumo con quien aprenderás los mil y un secretos de este fruto. Llévate uno de los animalitos que hace y que te harán recordar que estuviste en tierra de tortugas, armadillos y loros. Visita también el Museo del Calabazo y pasea por sus hermosos manglares.
Última parada: Tuchín, tierra del famosísimo sombrero vueltiao. A 50 kilómetros de San Antero, prepárate para descubrir la maestría y dominio de la caña fecha, materia prima con la que se teje este patrimonio nacional. Es un pueblo que respira trabajo artesanal, sin embargo, te queremos invitar a que conozcas a dos maestros con M mayúscula: Marcial Montalvo y Luisa Flórez. Con ellos tendrás una valiosa iniciación en este oficio, entendiendo con claridad el proceso al que se somete la fibra, su tinturado natural, la hechura de las trenzas de 11 a 33 hilos y la realización de las famosas pintas, o símbolos, que le dan carácter único al sombrero. El atractivo del pueblo está, verdaderamente, en quedarse embelesado viendo trabajar a los artesanos. Anímese a llevarse uno de estos sombreros increíbles. No deje de ir al mirador desde donde se ve el pueblo y su paisaje en toda su dimensión. Si quiere probar algo bien típico de allí están las galletitas de limón, el bocadillo de guayaba o la chicha. Y si su paladar es más salado, no deje de probar el ají. De regreso a Montería, a 45 minutos de ruta, te encontrarás con Ciénaga de Oro, tierra del famoso porro La Aventurera, de Pablito Flórez. Allí puedes conocer a Diego Urán, joyero de tradición, quien se pondrá feliz de mostrarte el fuelle de 1897 con el que trabajaron la filigrana su abuelo, su papá y él. ¡Con un panorama bastante completo de los oficios artesanales cordobeses, te despedimos y deseamos un buen regreso a casa!
La carne de res en la gastronomía cordobesa colombiana es famosa por ser de excelente calidad, proveniente del mejor ganado seleccionado de las sabanas de Córdoba. Tiene una gran variedad de cortes, como el solomo, el solomito, el lomo ancho, la punta de anca, el muchacho, la posta, el pecho, el lagarto, la sobrebarriga y otros. En la región se ofrecen platos típicos y deliciosos, como la sobrebarriga casera a la colombiana, que se adoba con cebolla, tomate, laurel, sal, pimienta y cilantro y se cocina a fuego lento hasta que quede tierna y jugosa. Es famosa por el uso de estos cortes a la parrilla.
La Bonga del Sinú, es un lugar tradicional y reconocido, donde se puede degustar de una carne de res asada al carbón con diferentes salsas, como chimichurri, ají y hogao. En La Parrilla del Gordo o en Simón Parrilla, en Montería, también puedes disfrutar de esta magnífica gastronomía.
El mote de queso es un delicioso guiso de ñame y queso costeño con ajo, cebolla, limón y ají. ¡Ideal para acompañar con plátano maduro y suero!
El bocachico frito en leche de coco es un exquisito pescado de río que se fríe con leche de coco, cebolla, ajo y especias. ¡Una explosión de sabor caribeño! También el sancocho de bocachico es un nutritivo caldo de pescado con plátano verde, yuca y ñame. ¡Perfecto para reconfortar el alma! Paso obligado entonces por el Restaurante el Bocachico Elegante, en Montería.
Para probar estos platos, te recomiendo el restaurante La Zarapa Sinuana Campestre, en Montería, un lugar muy reconocido por su comida típica y su ambiente acogedor.
La Cabeza de gato es una pasta de plátano verde con ajo y mantequilla que se sirve como acompañante. ¡Un manjar para los amantes del plátano!
El suero atoyabuey es una delicia de la gastronomía cordobesa colombiana que no te puedes perder. Es una crema de leche ácida que se prepara de forma artesanal con leche fresca y cuajo. Tiene un sabor único y refrescante que acompaña cualquier plato típico de la región, como patacones, bollos o arepas.
El mongo mongo es un dulce de plátano maduro y panela con frutas como el mamey costeño, guayaba, piña, mango verde y papaya que se sirve frío y se puede acompañar con queso o galletas. Tiene un sabor suave y cremoso que te va a encantar. Su origen se remonta a la época colonial, cuando los esclavos africanos aprovechaban los ingredientes que les sobraban de sus amos para crear este manjar.
El dulce de ñame es un dulce hecho con ñame licuado, leche, azúcar, canela y vainilla, que se cocina a fuego lento hasta obtener una consistencia espesa. Se puede comer solo o con queso. Tiene un sabor dulce y aromático que te va a fascinar. Su origen se relaciona con la influencia árabe en la gastronomía española, que luego se trasladó a América con la conquista. El ñame es un tubérculo muy apreciado en la región Caribe por sus propiedades nutritivas y medicinales.
El dulce de tamarindo es un dulce hecho con tamarindo pelado, azúcar, agua y claras de huevo que se cocina hasta formar una jalea espumosa y dorada. Se puede comer solo o con galletas. Tiene un sabor ácido y refrescante que te va a sorprender. Su origen se debe al cultivo del tamarindo en la región Caribe, donde se le atribuyen propiedades digestivas y depurativas. El tamarindo es una fruta tropical originaria de África que llegó a América con los comerciantes portugueses.
El caballito de papaya verde o cabellito de ángel es un dulce hecho con papaya verde cortada en trocitos largos y delgados, azúcar y canela, que se cocina hasta obtener un almíbar espeso y brillante. Se puede comer solo o con queso. Tiene un sabor dulce y frutal que te va a encantar. Su origen se debe a la abundancia de papaya en la región Caribe, donde se le considera una fruta sagrada por sus beneficios para la salud. El caballito es el nombre popular que se le da al dulce por su forma alargada y delgada.
En todos los restaurantes se tiene al menos un dulce tradicional, pero si quieres probarlos todos visita las plazas de mercado de los diferentes municipios, seguro te sorprenderás.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es un programa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ejecutado por FONTUR, que trabaja con 17 municipios de Colombia que poseen declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional para su valoración y proyección mediante el turismo, generando así más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en las comunidades.
La Medalla a la Maestría Artesanal es un galardón que Artesanías de Colombia entrega anualmente, con el cual se hace un reconocimiento a aquellos artesanos, empresas y comunidades artesanales que, contando con una trayectoria destacada, sobresalen a nivel nacional por su excelencia en el oficio así como por preservar el quehacer artesanal.
Es un signo distintivo que identifica productos reconocidos o famosos por tener una calidad o características específicas derivadas esencialmente del lugar de origen y la forma tradicional de extracción, elaboración y producción por parte de sus habitantes. La protección conferida sobre una Denominación de Origen implica que ninguna persona puede identificar con la denominación protegida productos iguales o similares a los amparados, cuando no provengan del verdadero lugar y no cumplan con las características o calidades que le han dado la reputación al producto reconocido. Las Denominaciones de Origen para productos artesanales colombianos que han sido protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en nuestro país son actualmente 12.
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